

Hoy he soñado que me hacía una con la naturaleza. Era un paisaje otoñal.
Había hojas anaranjadas en el suelo. Ramitas húmedas por la lluvia. Tierra mojada y olorosa.
Los árboles se mecían al viento, y me helaba el cuerpo. Hundí los pies en el fango y me dejé caer al agua.
No sé de donde salió la idea de lanzarme al agua, creo que pretendía morir… aunque morir ahogada no me parezca hermoso, y me angustie.
Pero las aguas me remolcaron, pasando por turbios remolinos, helándome cada vez más. Mi cuerpo se iluminaba y me pareció hermoso. Era como un tronco a la deriva, pero elegante y poético.
Supongo que morí, porque cuando abrí los ojos me parecía tener su orejita peluda en la cara, su olor a perro en el olfato, su barriguita llena a mi lado. Y fue delicioso.
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