domingo, 20 de junio de 2010

Deseos

Ha dejado de llover, casi me gusta tanto como cuando llueve. Siento el olor del cemento húmedo, el ruido de los coches pasando sobre los charcos, el goteo en el alfeizar de la ventana.
Miro por la ventana, podría pasarme así horas y horas. Me pongo a pensar, mirando el hada de cristal que suena cuando el viento la golpea suave. Hay gente que nace bajo una buena estrella, normalmente lo tienen todo, pero ansían lo que no pueden tener, por ínfimo que sea. Yo no tengo nada, y la vida me suele arrebatar lo que me llega, así que no sé si debo desear mucho o nada. El hada tintinea, parece sonreírme.
Ayer tiré mi última moneda a la fuente de los deseos, sé que dos no se van a cumplir, me da miedo que la tercera tampoco. Es una bobada, yo misma inventé la fuente.. y hasta los deseos.

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