miércoles, 13 de julio de 2011

Caminando

La legaña aún pegada al ojo impide vislumbrar más allá del café en la mano. Lobito tumbado sobre sus pies y la lluvia tras la ventana. Bosteza solitaria al eco de los azulejos de la cocina. Se rasca perezosa y Lobito la imita. Esta noche han surgido un par de bultitos a la espalda. No sabe si serán nuevas alas, aunque cree haberse notado una pluma.

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