jueves, 8 de septiembre de 2011

Caudillo VIII

Igraine tuvo a su hija en la fortaleza de Tintagel, mientras las olas chocaban contra el roquedal y las gaviotas graznaban inquietas. La llamaron Enna y heredó el cabello negro de Uther, aunque todos en seguida cantaron las virtudes de su parecido a Gorlois. Merlín la visitó al cabo de unos días, llevando un bonito sonajero como regalo, o quizá como ofrenda en busca del perdón de Igraine.

La niña crecía risueña, convirtiéndose en la alegría del hogar, iluminando el rostro de su madre y haciendo gorgoritos a quien la miraba. Incluso Gorlois cayó en su hechizo y muy pronto la agitaba en brazos para hacerla reír.

Merlín de vez en cuando se acercaba para llevar noticias, preparados de heirbas para el hombro dolorido de Gorlois o algún juguetito para la pequeña.

Paseando por el patio de Tintagel, Merlín ayudaba a dar sus primeros pasos a la niña.

- Mañana desea venir Uther.- informó el mago a Igraine, que bordaba sentada sobre un banco de piedra sin dejar de vigilar a su retoño.

- Pero mañana no estará Gorlois, sabes que ha tenido que ir con los suyos porque han atacado y prendido fuego a tres granjas.- Susurró ella, atragantándose con sus palabras.

- Lo sé, pero ha prometido a Enna con su amigo Lot. Tiene que daros las noticias y pedir que accedáis.

- ¡Pero si Enna sólo tiene un año!.- chilló escandalizada.

- No para que se casen ahora, Igraine. Se casarán cuando ella cumpla trece o catorce años.

- Pero Lot tiene ahora treinta, será un viejo para ella.

Merlín rió ante la ocurrencia, Igraine sólo tenía dieciséis cuando se casó con Gorlois que tenía cuarenta y dos años.

- Igraine, Enna será feliz, Lot es un fiel aliado de Uther, conviene mantener una buena alianza durante mucho tiempo. Además jamás le he visto tratar mal a una sola mujer.

- Y Uther… mañana, ¿sólo viene para eso?

Merlín alzó a la chiquilla en brazos y miró preocupado a la madre de la criatura.

- ¿Temes que te haga daño? Jamás me disculpe lo suficiente por esa vez, pero…

- Calla, no busco compasión. Pero no sé si quiero verle.- suspiró compungida.- Todo sea por el bien de mi niña.

Enna se agitó buscando volver al suelo y golpeó con la pierna el estómago del desprevenido Merlín que resoplando la soltó mientras madre e hija se carcajeaban de sus cómicas muecas.


Foto de Tintagel recogida por Internet (si tiene derechos de autor ruego se me comunique y será eliminada)

3 comentarios:

  1. Como te dije, se te lee muy bien. En este caso, me gusta como pones la ternura, con el escándalo, pero sin acusar, tan solo transcribiendo los hechos. A lo que me refiero, no juzgas con ojos de ahora hechos del pasado; mas eso no significa que lo apruebes, al contrario.

    He visto que repites muchos personajes en los relatos. No he empezado a leerlos desde el primero por falta de tiempo, por lo que ando perdido. ¿Tienen un hilo argumental, aunque sean autoconclusivos? ?o cada uno va a su bola?

    ResponderEliminar
  2. Jose te voy a tener que dar un premio por esta asiduidad, me emociona. Sí que tiene un hilo, es la primera vez que lo hago, más que nada porque en principio no iba a ser una continuidad, pero ya sabes como es la musa... y ahora me ha hecho hilvanar una historia que siempre me ha llamado la atención. Seguro que también está cuajado de fallos y de cosas que retocaría pero cuando uno escribe es como si brotase, no se puede contener y si lo intentas revisar mucho se esfuma. No sé si a ti te pasa igual, pero yo a veces no lo puedo controlar!!
    Y muchas gracias por los comentarios pero te dejo que me critiques lo que quieras!!!!!

    ResponderEliminar
  3. Je, je. Has de tener paciencia conmigo que me tomo mi tiempo para leer, pero te leere todas desde el 2009 :-) Además, sé la ilusión que hace que te lean y opinen.

    Si hay errores, no los he visto. No soy el mejor crítico, eso sí. Soy muy 'amateur'. Aún así, por lo que sé (Gramatica, Ortografía, estilos, semántica, etc) Es, no solo perfectamente viable, si no, además, bueno. Si hay errores, son solo pequeños maquillajes. De todas formas, cuando lea todo, te digo.

    Te lo dice uno que no para de ver errores en sus propios escritos. ;-)

    Y sí. A mí me pasa igual. Como me de la "musa", no puedo parar, porque si lo dejo, pierdo la inspiración, y el texto no queda ni la mitad de bien... Aún así, muchas veces me obligo a escribir sin "musa". De todas maneras es siempre un placer... como una droga creativa, jeje.

    ResponderEliminar